Por: Héctor Vera Azargado
Universidades y escuelas de negocios batallan por desarrollar técnicas de enseñanza cada vez más vanguardistas y eficientes. Y, de paso, ganar más clientes en todo el mundo. El premio es jugoso. Un estudio de la consultora estadounidense Global Industry Analysts proyecta que la educación por internet o e-learning movilizará recursos por US$52.600 millones en el 2010. Prepárate para recibir clases por celular o participar en una discusión virtual en Second Life.
En México, los estudiantes que ingresaron a fines del 2008 al Tecnológico de Monterrey en los campus Ciudad de México y Santa Fe, se encontraron con una Blackberry Pearl 3G en su "pack" de bienvenida. Y no era un regalo, precisamente. "Es parte de nuestro programa de Tecnología Educativa para el Aprendizaje Móvil", aseguró Juan Manuel Durán Gutiérrez, rector de la Zona Metropolitana del Tec, al presentar su nueva herramienta de formación.
¿Clases por celular? Sí, por celular y por cualquier dispositivo móvil. "Con el teléfono pasará lo mismo que con el laptop, que ya lleva 10 años al interior de nuestras aulas", dijo el directivo, quien precisó que nadie puede dudar hoy del valor pedagógico de un computador personal.
Es lo que se conoce como m-education, o educación móvil, una fórmula que se basa en el uso de estos aparatos para intercambiar contenidos y facilitar la interacción entre alumnos y profesores. A través del celular, los estudiantes reciben archivos de audio y video, podcasts, conferencias y calificaciones.
En el Tec, la m-education es parte de una estrategia que incluye la vinculación total de las tecnologías -internet, televisión digital y comunicación móvil- en todos los niveles de la institución, desde pregrado hasta sus maestrías de más alto nivel.
Esta alianza entre educación y tecnología no es nada nueva. Es cosa de recordar el impacto de la imprenta de Gutemberg en la transmisión del conocimiento en la Europa del Renacimiento o de revisar el aporte de la televisión por satélite en la formación de las primeras "universidades corporativas" en el mundo.
Pero, como en muchas industrias, el surgimiento de internet trajo consigo una ola de innovaciones y propuestas que comenzó a revolucionar la forma de entender la formación, al punto que hoy impartir "cursos online" es solo la punta de un iceberg de dimensiones colosales.
El objetivo es sencillo: aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar las técnicas de formación y ajustarse a la realidad de miles de ejecutivos que no pueden mudarse de país para estudiar un posgrado o que, simplemente, no desean perder tiempo en traslados, aunque sea de la oficina a la universidad.
En el Instituto de Empresa, en Madrid, lo tienen muy claro. Fue una de las primeras escuelas de negocios en el mundo en jugarse por impartir un MBA online, ganándose el respeto hasta de The Economist, publicación que le otorgó la medalla de plata en la categoría de educación a distancia. "Hemos desarrollado una de las mejores metodologías blended, combinando técnicas de enseñanza online y face to face", asegura Santiago Iñiguez, decano del IE. "Es la mejor réplica posible de la formación tradicional".
Hoy, el IE trabaja en la consolidación de su más nueva apuesta: el campus que construyeron y lanzaron en Second Life, el mundo virtual donde ya se relacionan más de un millón de personas por mes y que tiene un PIB per cápita mayor al de muchas economías africanas. Aquí, no solo los contenidos son digitales; también los alumnos.
Además de fortalecer la imagen de la institución en la industria de la educación ejecutiva, Second Life, según el IE, tiene beneficios didácticos muy concretos, sobre todo para realizar ejercicios de habilidades directivas como role-plays o negociaciones. La dinámica es sencilla: los alumnos de los programas online acceden, cada uno desde su computador, a un "escenario virtual" especialmente diseñado en Second Life. Los profesores a cargo de la actividad proporcionan a los estudiantes sus "avatares" (personajes digitales), los que tienen la apariencia del rol que deben desempeñar. Luego, los equipos analizan las grabaciones y sacan conclusiones.
Sin embargo, no todos ven la tecnología con la misma óptica. "En el Ipade no nos interesa llegar más rápido a más mercados para tener más egresados por año", sostiene Mario Augusto Fuentes, director de admisiones del MBA Full Time de esta escuela mexicana. "Para nosotros lo clave es la vinculación personal y el trato individualizado. Es parte de nuestra oferta de valor".
En su opinión, la tecnología es parte de la oferta, pero no la oferta en sí.
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